dissabte, de febrer 04, 2006

dulce niña



...


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ovbrra


...


oirte a sido como subir al cielo.


Llegó ese instante en que te detienes en un parque,
oyes sólo el gruñir de los columpios,
y el sol, te calienta a ti. Y a mi.


Me succionaste por un segundo el alma,
y sin saberlo, me la devolviste a pedacitos...
envuelta en una ardiente lluvia que me quemaba la cara.


Dulce niña, sin saberlo, me la devolviste llena de luz.